Hasta hace unos años, cada vez que hacías una foto te lo tenías que pensar bien, al fin y al cabo, había que comprar el carrete, no podías llevarte miles de carretes a un viaje, había que revelar las fotos para ver como quedaban, ... Hoy en día, gracias a las cámaras digitales, todo ha cambiado. Podemos hacer miles de fotos sin pensárnoslo mucho, simplemente apretamos el botón y sacamos la foto, la miramos sobre la marcha y si no nos gusta la borramos, es más, si no nos gusta ni siquiera la tenemos que borrar, simplemente la dejamos, total, tampoco es que nos ocupe mucho espacio.
El problema viene en que una vez que tienes miles de fotos, qué haces con ellas? Antes las revelabas, las colocabas en un álbum y de vez en cuando las mirabas o las enseñabas a algunos amigos, pero ahora no vas a estar enseñando miles de fotos a nadie, vamos, tus pobres amigos aguantan eso una vez, a la siguiente, no te vienen ni a ver.
Fue hace unos años, al organizar mi boda, cuando descubrí que hacer con todas esas fotos. Me encantan las fotografías y ese día íbamos a tener muchísimas, las del fotógrafo, las de los amigos, las de la familia, ... vamos, hasta pusimos cámaras desechables en las mesas para que los amigos nos hicieran fotos "diferentes". Buscando una solución a que hacer con tantas, encontré que los fotolibros nos permitían crear un álbum con todas las fotos que nos gustaban, y así fue cómo hice mi primer álbum digital.
Yo he usado dos fotolibros diferentes, el de Hofmann y el de Fotoprix. Cada uno tiene sus pros y sus contras ( otro día intentaré contar algo más sobre esto ) pero lo cierto es que vale la pena utilizar tu tiempo en crear el álbum y poder ver tus mejores fotos en él.
Les paso un enlace de Hofmann y Fotoprix donde explican de qué va esto de los fotoálbumes, prueben con alguno, merece la pena.
Fotoprix
Y el de Hofmann
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